Recuerdo

En el año 1993 escribí esto:

« Volvió a mirarla a los ojos. También él podía soñar. Habían estado juntos muchas veces pero ella jamás le dijo nada que él pudiera interpretar como una puerta abierta a sus sentimientos.

Ella era así, o no…. De hecho, tampoco la conocía bien. Sabía sus gustos, sus aficiones, pero no conocía aquella parte de su vida anterior, aquella que la hacía misteriosa pero también interesante. Era lo que menos le gustaba. Cuando la conoció los dos habían vivido ya, cada uno por su lado, muchas experiencias algunas de las cuales seguramente les habían marcado. 

De hecho él tampoco le había contado algunas cosas, pero no eran importantes. Se puso en el lugar de ella, quizás le gustaría saberlas. Tal vez contándoselas le demostraría algo. Pero le bastaba con mirarla a los ojos para ver que por mucho que él se esforzara, aquello que a ella le dolía, su pasado, no iba a desaparecer aunque llegara a confesarse.

El también podía soñar y pensar que algún día se podría declarar y podría descubrirlo todo, y lo harían juntos porque la quería.

Lo vio mirándola a los ojos.»

Un abrazo

Hoy necesito un abrazo. Un abrazo que me llene, un abrazo que me proteja, un abrazo que me haga volar. Necesito ese abrazo que te transporta a un lugar mágico en el que reina la armonía, en el que los latidos del corazón son música. Ese abrazo sincero, inesperado, verdadero, firme y tierno a la vez. El abrazo de después de soñar, el abrazo de «te amo», el abrazo de «estoy aquí, estamos aquí»…

Necesito ese abrazo que te hace vibrar, que te hace sentir, que te hace volar.

Necesito un abrazo tuyo, tu olor, tus brazos, tu aliento, tu ser….. Te necesito a ti, tu energía, tu fuerza, tu valor… tu capacidad de sacar lo mejor de mí, de darle la vuelta a lo peor. Necesito un abrazo que calme la tormenta, que haga que el tiempo se detenga.

Necesito un abrazo tuyo, porque el mejor lugar del mundo, está entre tus brazos.abrazo-a

Noche

Hace aproximadamente 8 años, alguien me dijo que la ventaja de vivir sol@ es que puedes meterte en la cama por el lado que quieras. Entonces escribí esto:

Alguien me acaba de decir que la ventaja de vivir solo es que puedes meterte en la cama por el lado que quieras. Pero, ¿y el beso de buenas noches? ¿y la tranquilidad de saber que tienes un abrazo firme que te acompañará en el viaje de tus sueños? que te dará la seguridad y la fuerza de levantarte por la mañana con la satisfacción de haber compartido la noche con todos sus misterios, con toda su magia… ¿Y la frialdad de una sábana que no llega a calentar, que no llega a reconfortar?

Yo dejo la puerta de la habitación abierta, y la ventana también, para que al menos la luna pueda entrar, cuando ella quiera, o cuando yo lo necesite, a darme el abrazo. Para que la sábana de estrellas me bese en ese instante en el que una lágrima está a punto de escaparse para acariciarme, y todo ello me acompañe en el viaje de mis sueños y me haga cerrar los ojos con una sonrisa.

Felices sueños amig@s

Hablando con S.

Esta semana he hablado con S, una amiga de la infancia. Nos conocimos con 4 o 5 años, en la escuela primaria aunque no empezamos a jugar juntas hasta los 8 o 9. En aquella época, jugar juntas en el patio era más que ir a clase juntas, pero no llegaba al nivel de ser mejores amigas.

A los 11 años ya habíamos compartido algún secreto de pre adolescentes pero tuve que dejar el colegio y lo único que me quedó de ella fue una dedicatoria en una libreta de tapas verdes. En aquellos años la única forma de mantener el contacto era por carta o por teléfono, así que no supimos nada más la una de la otra hasta los treinta y tantos cuando las redes sociales nos volvieron a conectar.

Desde que nos encontramos en una red social, nos hemos visto un par de veces, y hemos hablado por teléfono no muchas más.

Esta semana hemos vuelto a hablar y S. me confesó que se sentía libre de poder expresar sus sentimientos y explicarme sus vivencias, que le parecía muy bonito que tuviésemos esa conexión sin haber estado juntas, sin haber compartido nuestro día a día, y estoy totalmente de acuerdo. Cada vez que hablamos es como si nos acabáramos de ver, no hace falta forzar nada porque existe una confianza que nos hace sentirnos cercanas pese a la distancia.

¿Quién es amig@? No necesitamos ver a alguien cada día, o cada semana. No hace falta hablar diariamente, simplemente hay que estar, y sentir que la otra persona también está. Pese a la distancia, pese al tiempo transcurrido, saber que tienes a esas personas en el momento que hace falta, en el momento que a cualquiera de l@s dos nos apetezca, sin importar el momento en el que han aparecido en tu vida.

Tengo much@s amig@s a mi alrededor  que son tesoros. Algun@s llevan viajando conmigo desde la infancia, otr@s han ido subiendo al tren a lo largo del trayecto y doy gracias a tod@s por estar ahí.

Gracias amig@s.

Siempre….nunca

 

gafas

Siempre… nunca… dos absolutos que en realidad no existen. No somos conscientes de ello hasta que vamos creciendo y nos damos cuenta, a fuerza de tropiezos, de que la única realidad es el movimiento, el cambio, la evolución, y en ese continuo movimiento no caben absolutos.

«Siempre» deja de serlo cuando llega el momento, la persona, el hecho que hace que ya no sea. Ese «Siempre» adquiere otro sentido si lo acompañamos de un «hasta que… » porque entonces le damos el sentido de evolución.

Y lo mismo para «Nunca» que  también dejará de serlo cuando algo, alguien haga que cambie. Si el «Nunca» lo acompañamos de otro absoluto como «jamás»  el momento en que deje de serlo será aún más chocante. Pero si, como en el caso anterior, le añadimos el «hasta que» ponemos red al vacío.

«Siempre» y «Nunca» suelen venir tras promesas o deseos, nuestros o de otros y crecer consiste en darse cuenta de que los absolutos no existen porque nosotros tampoco somos absolutos, porque estamos en constante evolución, en constante cambio. Lo que pensábamos hace unos años probablemente ahora ya no tenga mucho sentido. Incluso algunas de las promesas que hemos hecho o que nos han hecho con un «Siempre» o con un «Nunca» seguramente no se han podido cumplir, pero no hay que darle más importancia porque fueron verdad mientras el escenario fue el mismo. Cuando el universo cambia debemos cambiar el paso y aceptarlo, no pensar que nos hemos traicionado o que nos han fallado.

Haremos y nos harán nuevas promesas e incluso alguna vez pensaremos que esa vez sí que estamos seguros de que podemos decir de manera rotunda «siempre» o «nunca«. Tampoco pasa nada, cuando deje de ser o cuando acabe siendo, volveremos a plantearnos que el «siempre» o el «nunca» no existen, salvo alguna excepción que seguro que ya estáis pensando.